lunes, 16 de abril de 2007

DELPHI NO SE CIERRA


El eurodiputado y Coordinador Ejecutivo de Política Internacional de Izquierda Unida, Willy Meyer invitó a visitar la sede del Parlamento Europeo en Bruselas el pasado miércoles 21 de marzo a una delegación de alcaldes de la bahía de Cádiz, representantes y mujeres de los trabajadores de Delphi.


Meyer coordinó diversos encuentros con el resto de diputados españoles para que pudieran concocer de primera mano la crisis industrial que azota la bahía de Cádiz, que puede verse aumentada con el cierre de la factoría Delphi Automotive System y que supondría la eliminación de 1.600 puestos de trabajo directos y 2.500 afectados indirectamente. El pasado 26 de febrero Meyer ya interpeló a la Comisión Europea a través de una pregunta escrita donde solicita la intervención de la misma a fin que las autoridades españolas garanticen la legislación española y europea en materia laboral, y para hacer cumplir a la empresa sus compromisos firmados en el Plan Industrial de 2005.


Todos los eurodiputados españoles de los diferentes grupos políticos del Parlamento Europeo se han unido para exigir a las instituciones comunitarias que impidan el cierre de la fábrica.


Tras su encuentro con los eurodiputados españoles Meyer acompañó a los alcaldes de Puerto Real, Conil, del Puerto de Santa María, Cádiz, Rota, Jerez de la Frontera y Chiclana, a los trabajadores y a sus mujeres a exponer sus reivindicaciones al comisario de Empleo y Asuntos Sociales del Ejecutivo comunitario, Vladimir Spidla, quien se mostró muy receptivo a las demandas, señalando que “es necesario frenar esta oleada de destrucción de empleo que suponen las deslocalizaciones”.


El alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso, pidió a los parlamentarios y al Comisario hacer todo lo posible para la continuidad de la actividad industrial "aun cuando contraviniese la normativa comunitaria", dada la "dramática situación" que vive la bahía de Cádiz y la "dramática situación" que atraviesa el sector de la automoción en Andalucía, donde Delphi supone, dijo, más del 50% de la renta industrial ligada a la automoción de la comunidad autónoma andaluza.


Barroso reclamó también unidad para responder a lo que calificó de "tropelía" y "genocidio industrial" y aseguró que no se contemplaba ningún escenario alternativo que no sea el de mantener la fábrica abierta. "Para nosotros la única legalidad es el plan industrial vigente", recordó, en alusión al diseñado por Delphi comprometiéndose a mantener la actividad en la bahía de Cádiz hasta 2010. A este respecto, Meyer recordó que la empresa llevaba desde 1986 recibiendo subvenciones por más de 60 millones de euros. “No debemos permitir este acto de piratería ya que Delphi recibió estas subvenciones con el compromiso de matener los empleos hasta 2010”, señaló el eurodiputado, “por tanto no descartamos la posibilidad de actuar por la vía legal”.


En este mismo sentido, Meyer descartó hablar de Fondo Europeo de Globalización, un instrumento financiero dotado con 500 millones de euros puesto en marcha por la Unión Europea para hacer frente a los efectos provocados por las deslocalizaciones. "No entendemos una Europa donde se están desmantelando estructuras productivas en una zona y yéndose a otras simplemente por argucia legal e ingeniería financiera de dudosa solvencia como la que ha puesto en práctica Delphi", denunció el eurodiputado.


Todos los eurodiputados de los diferentes grupos se comprometieron a poner en marcha todas la inicitivas posibles en la eurocámra, tales como una pregunta oral a la Comisión en el próximo pleno, seguida de un debate en planerio con la idea de que el conjnto de los eurodiputados apoyen una resolución que recoja la necesidad de legislar para evitar las deslocalizaciones.