La situación de segregación sufrida por la minoría rusa en Letonia fue denunciada esta tarde en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.
El eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer mostró su total solidaridad con estos ciudadanos que se ven privados de sus derechos. Afirmó, " es una vergüenza que en el siglo XXI se mantenga a ciudadanos europeos segregados. La actualidad de Letonia debió construirse sobre la realidad dada en su momento, atendiendo a su pluralidad y diversidad".
Letonia que forma parte de la UE desde el 2004 y cuenta con una población de apenas dos millones y medio de habitantes, está marcada por una ley de ciudadanía absolutamente discriminatoria. En la última década, como consecuencia de esta ley, unas 200.000 personas de origen no letón han tenido que abandonar el país y se le niega la nacionalidad a casi medio millón de personas de origen ruso, que desde hace más de cuatro generaciones viven en Letonia. Estas personas victimas de la segregación tienen el carácter de "NO CIUDADANOS", apátridas en su propio país de nacimiento y son llamados "negros" o "berenjenas" -por el color violeta de sus pasaportes de "no ciudadanos". Como consecuencia de su estatus de no ciudadanos, carecen de derechos políticos, negándoseles entre otros su derecho al voto activo y pasivo, y ven mermados sus derechos civiles, son los únicos ciudadanos europeos que no tiene posibilidad de moverse libremente por Europa debido a las restricciones que sufren para salir y entrar de Letonia. El pasado febrero miles de escolares se manifestaron contra la reforma educativa del Gobierno, que a partir del 1 de septiembre obliga a las escuelas secundarias, donde la educación es en ruso, a impartir el 60 por ciento de su currículo en letón.
Meyer recordó ante la Comisión que "en España, la dictadura fascista de Franco prohibió también prohibió hablar en Gallego, Catalán y Vasco. La llegada de la democracia supuso el reconocimiento de la cooficialidad de las lenguas y el respeto por la pluralidad e igualdad de los ciudadanos españoles.
El eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer mostró su total solidaridad con estos ciudadanos que se ven privados de sus derechos. Afirmó, " es una vergüenza que en el siglo XXI se mantenga a ciudadanos europeos segregados. La actualidad de Letonia debió construirse sobre la realidad dada en su momento, atendiendo a su pluralidad y diversidad".
Letonia que forma parte de la UE desde el 2004 y cuenta con una población de apenas dos millones y medio de habitantes, está marcada por una ley de ciudadanía absolutamente discriminatoria. En la última década, como consecuencia de esta ley, unas 200.000 personas de origen no letón han tenido que abandonar el país y se le niega la nacionalidad a casi medio millón de personas de origen ruso, que desde hace más de cuatro generaciones viven en Letonia. Estas personas victimas de la segregación tienen el carácter de "NO CIUDADANOS", apátridas en su propio país de nacimiento y son llamados "negros" o "berenjenas" -por el color violeta de sus pasaportes de "no ciudadanos". Como consecuencia de su estatus de no ciudadanos, carecen de derechos políticos, negándoseles entre otros su derecho al voto activo y pasivo, y ven mermados sus derechos civiles, son los únicos ciudadanos europeos que no tiene posibilidad de moverse libremente por Europa debido a las restricciones que sufren para salir y entrar de Letonia. El pasado febrero miles de escolares se manifestaron contra la reforma educativa del Gobierno, que a partir del 1 de septiembre obliga a las escuelas secundarias, donde la educación es en ruso, a impartir el 60 por ciento de su currículo en letón.
Meyer recordó ante la Comisión que "en España, la dictadura fascista de Franco prohibió también prohibió hablar en Gallego, Catalán y Vasco. La llegada de la democracia supuso el reconocimiento de la cooficialidad de las lenguas y el respeto por la pluralidad e igualdad de los ciudadanos españoles.