El pasado viernes nos dejaba Gregorio López Raimundo, máximo dirigente del PSUC durante los años de lucha contra el franquismo y el periodo de la dictadura.
Quisiera unirme en estos momentos de dolor a la familla, amigos y camadas que lo queríamos y admirábamos por lo que Gregorio ha supuesto en la historia de este país, y a la vez quiero rendirle homenaje por una vida de lucha ejemplar, por la democracia y el socialismo.
Gregorio nos ha dejado, pero sus ideas, su compromiso, su coherencia y su ejemplo siempre quedarán entre nosotros. Porque sentirse y llamarse comunista hoy significa luchar por un mundo de mujeres y hombres libres, por un mundo en paz y por un mundo habitable para las generaciones venideras. Este era el comunismo que defendía Gregorio López Raimundo y este es el comunismo que seguiremos defendiendo como el mejor homenaje a su persona.
Quisiera unirme en estos momentos de dolor a la familla, amigos y camadas que lo queríamos y admirábamos por lo que Gregorio ha supuesto en la historia de este país, y a la vez quiero rendirle homenaje por una vida de lucha ejemplar, por la democracia y el socialismo.
Gregorio nos ha dejado, pero sus ideas, su compromiso, su coherencia y su ejemplo siempre quedarán entre nosotros. Porque sentirse y llamarse comunista hoy significa luchar por un mundo de mujeres y hombres libres, por un mundo en paz y por un mundo habitable para las generaciones venideras. Este era el comunismo que defendía Gregorio López Raimundo y este es el comunismo que seguiremos defendiendo como el mejor homenaje a su persona.
