El eurodiputado y candidato por Izquierda Unida ha dado hoy una conferencia en el Real Instituto Elcano en el marco de las próximas elecciones europeas. Meyer ha explicado que "en la actual situación de crisis económica mundial Europa se encuentra en una encrucijada: seguir manteniendo el modelo vigente que nos ha llevado en España a más de 4 millones de parados, modelo basado en la no intervención pública de la economía, la privatización de servicios públicos y la flexibilización del mercado laboral, o dar un giro de 180 grados hacia una Europa con instrumentos públicos para situar el interés del ciudadano en el centro de las políticas.
"Me sorprendió que en el debate sobre el estado de la Nación Europa fue la gran ausente a siete meses vista de que España asuma la Presidencia de la UE ". "Los noes francés y holandés al Tratado Constitucional y el no de Irlanda al Tratado de Lisboa suponen un rechazo de los ciudadanos europeos a la construcción europea tal y como se ha hecho" argumentó Meyer.
"A este respecto, Izquierda Unida proponemos un verdadero proceso constituyente, donde sean los ciudadanos que escojan a un Parlamento europeo con verdadera potestad legislativa para redactar una constitución de todos y todas las europeas, no un texto como se pretende con el Tratado de Lisboa redactado entre los dirigentes europeos de espaldas al ciudadano." "Europa se ha guiado por la teoría liberal de Tatcher y de los EEUU de los años 70-80 en la que el Estado era el problema y se dejaba en manos del mercado la regulación de toda actividad. Este modelo ha fracasado"-continuó Meyer.
El candidato de IU ha explicado que Izquierda Unida "apostamos por la intervención pública para rescatar aquellos sectores estratégicos que fueron privatizados por los gobiernos del PP y del PSOE como el energético, correoso el naval, a través de la creación de consorcios públicos europeos, cuyos beneficios irían destinados al beneficio social, a la inversión en energías alternativas y a la eficiencia en el consumo".
"Esta lógica marcada por la Estrategia de Lisboa ha afectado a todos los sectores: automóvil, siderúrgico, o la política agraria, diseñada para evitar las ayudas a la producción, donde salen beneficiados las grandes multinacionales en detrimento de los pequeños productores". En el sector del automóvil Izquierda Unida "no estamos de acuerdo con la inyección de ayudas directas sin la posibilidad de participar en los consejos de administración de las empresas, si esto fuera así no se hubieran producido situaciones de chantaje como la de la SEAT de Martorell. Apostamos por una banca pública, que haga llegar el dinero a los pequeños y medianos empresarios y a los autónomos, en vez de dárselo a la banca y a los grandes empresas para que mantengan sus beneficios astronómicos."
Respecto a la política exterior, la política de seguridad y la política de vecindad Meyer se ha referido "a la voladura controlada del derecho internacional con las guerras preventivas al margen de Naciones Unidas, el reconocimiento de la independencia unilateral de Kosovo, o la impunidad sobre la violación de crímenes de guerra por parte del Estado de Israel. Todo esto genera un marco de inseguridad porque las reglas de juego se han roto. Europa a nivel internacional juega un papel limitado y vinculado a la Alianza Atlántica. Izquierda Unida seguimos apostando ahora más que nunca por la disolución de la OTAN, por ser ésta un producto de la guerra fría. IU abogamos por la desmilitarización de la seguridad y supeditar el uso de la fuerza al mandato de Naciones Unidas"