La pasada semana el eurodiputado de Izquierda Unida tuvo un encuentro en el Parlamento Europeo con periodistas de diferentes medios de comunicación venidos de Valencia y Murcia.
Los periodistas preguntaron al eurodiputado por el urbanismo en España, por la victoria de Obama, aunque sin duda el tema que más preguntas suscitó fue la crisis económica que se vive a nivel mundial. A este respecto Meyer explicó que "esta situación de crisis ha llevado a España a contar con dos millones de parados actualmente, dato que llegará hasta los 4 millones en el peor momento de la crisis". Por lo tanto, Meyer abogó por la necesidad de un cambio radical en la orientación económica de la UE. Willy Meyer explicó como en España, con la legislación actual existen instrumentos para hacer frente a esta crisis; citó como ejemplo el título VII de la Constitución Española, según el cual la economía debe orientarse en función del interés general, el Estado puede planificar la economía, e incluso tiene que facilitar el acceso de los trabajadores a los medios de producción. "Por tanto, los mecanismos existen, se puede legislar de otra manera". En este sentido, para el eurodiputado, "las grandes empresas de sectores estratégicos deberían ser nacionalizadas, la energía eléctrica, las petroleras. Europa por el contrario ha mantenido una política económica orientada en la dirección contraria: en Europa -y España no ha sido una excepción- se ha privatizado todo".
"La Europa actual es la Europa que favorece el dumping social. Las diferentes sentencias del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en los casos Vaxholm, Viking y Rüffert priorizan el libre mercado y la libre competencia por encima de los derechos laborales".
"Los últimos ejemplos de la Europa que tenemos son la Directiva de ordenación de tiempo de trabajo, que flexibiliza tanto la jornada laboral pudiéndola hacer llegar hasta 78 horas semanales, o la Directiva de retorno de inmigrantes. Lo que está en juego es el modelo social europeo".
En este contexto, y ante todos estos ejemplos de retroceso Meyer insistió en que "es necesario construir una nueva Europa, que tenga a la ciudadanía como protagonista. Esta nueva construcción debe empezar por unas elecciones constituyentes que escoja un nuevo Parlamento Europeo que escoja. La redacción de cualquier proyecto de nuevo Tratado debe emanar de una Asamblea Constituyente, elegida por sufragio universal directo de los ciudadanos de todos los estados miembros y con mandato para ello. Es este nuevo Parlamento constituyente el encargado de escoger un gobierno, y de su control democrático".
Los periodistas preguntaron al eurodiputado por el urbanismo en España, por la victoria de Obama, aunque sin duda el tema que más preguntas suscitó fue la crisis económica que se vive a nivel mundial. A este respecto Meyer explicó que "esta situación de crisis ha llevado a España a contar con dos millones de parados actualmente, dato que llegará hasta los 4 millones en el peor momento de la crisis". Por lo tanto, Meyer abogó por la necesidad de un cambio radical en la orientación económica de la UE. Willy Meyer explicó como en España, con la legislación actual existen instrumentos para hacer frente a esta crisis; citó como ejemplo el título VII de la Constitución Española, según el cual la economía debe orientarse en función del interés general, el Estado puede planificar la economía, e incluso tiene que facilitar el acceso de los trabajadores a los medios de producción. "Por tanto, los mecanismos existen, se puede legislar de otra manera". En este sentido, para el eurodiputado, "las grandes empresas de sectores estratégicos deberían ser nacionalizadas, la energía eléctrica, las petroleras. Europa por el contrario ha mantenido una política económica orientada en la dirección contraria: en Europa -y España no ha sido una excepción- se ha privatizado todo".
"La Europa actual es la Europa que favorece el dumping social. Las diferentes sentencias del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en los casos Vaxholm, Viking y Rüffert priorizan el libre mercado y la libre competencia por encima de los derechos laborales".
"Los últimos ejemplos de la Europa que tenemos son la Directiva de ordenación de tiempo de trabajo, que flexibiliza tanto la jornada laboral pudiéndola hacer llegar hasta 78 horas semanales, o la Directiva de retorno de inmigrantes. Lo que está en juego es el modelo social europeo".
En este contexto, y ante todos estos ejemplos de retroceso Meyer insistió en que "es necesario construir una nueva Europa, que tenga a la ciudadanía como protagonista. Esta nueva construcción debe empezar por unas elecciones constituyentes que escoja un nuevo Parlamento Europeo que escoja. La redacción de cualquier proyecto de nuevo Tratado debe emanar de una Asamblea Constituyente, elegida por sufragio universal directo de los ciudadanos de todos los estados miembros y con mandato para ello. Es este nuevo Parlamento constituyente el encargado de escoger un gobierno, y de su control democrático".
