lunes, 16 de abril de 2007

ESTRATEGIA EUROPEA ANTE CUBA

Bruselas, 1 de marzo de 2007.

El eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer ha preguntado hoy a la Comisión por la estrategia política a mediano y largo plazo hacia Cuba que la presidencia alemana de la UE quiere promover durante el presente semestre en cumplimiento de una decisión adoptada el 12 de junio de 2006 por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE.

Esta estrategia pretende aplicar una serie de sanciones económicas y diplomáticas, así como un capítulo secreto de acciones más hostiles, en sintonía con el reciente Plan Bush para el derrocamiento del régimen cubano. Algunos estados miembros, liderados por la República Checa, persiguen poner en marcha un mecanismo adicional de presión sobre Cuba, endureciendo la Posición Común de la Unión Europea para este país, en vigor desde diciembre de 1996, y recortando el actual margen de maniobra que permite a los Estados miembros de la UE, entre ellos España, el desarrollo de relaciones de cooperación con la isla a través de más de veinte acuerdos bilaterales.

La adopción de una estrategia de desestabilización y aislamiento del gobierno cubano entraría en contradicción con la Posición Común, supondría una injerencia y una violación de la soberanía cubana, y las nuevas sanciones provocarían una escalada de confrontación en las ya complejas relaciones UE-Cuba, cuando más de un tercio de las exportaciones e importaciones de la isla provienen de la UE que es, además, el principal emisor de turismo y el segundo inversor después de Canadá.

Ante esta amenaza y agresión al pueblo cubano que supone la nueva estrategia de la Unión, Meyer manifestó que este endurecimiento de la Posición Común va a perjudicar tanto a Europa como a Cuba, al agravar el doble rasero existente en las relaciones internacionales de la Unión, que todavía no ha aceptado el establecimiento de un Acuerdo de Cooperación con Cuba, único país de la región sin un acuerdo de estas características. En la misma pregunta, Meyer señaló que la UE debería desarrollar una política propia hacia Cuba diferenciada de la de los EEUU basada en el respeto mutuo y la no injerencia.