En la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo tuvo lugar ayer un debate sobre las relaciones entre la UE y Turquía en el marco de las negociaciones para la adhesión.
El informe, del cual es ponente una eurodiputada demócrata-cristina de los Países Bajos, fue bastante criticado, incluso en el seno de su grupo político ya que no se abordaban suficientemente ciertos temas fundamentales como son la situación del pueblo kurdo, el problema chipriota o el bloqueo económico de Turquía sobre Armenia.
El eurodiputado y Coordinador Ejecutivo de Política Internacional de Izquierda Unida Willy Meyer, ha señalado que "tras un arduo proceso de presentación de 236 enmiendas y de las negociaciones entre todos los grupos políticos de la eurocámara para alcanzar un compromiso sobre la mayoría de ellas, siguen habiendo insuficiencias en el informe". A su parecer, "a pesar del esfuerzo para hacer que Turquía sea un país homologable a los países de la UE en cuanto a Estado de Derecho, democracia y respeto a los derechos Humanos existen dos realidades que no se pueden ocultar: la ocupación ilegal del norte de Chipre por parte de las tropas turcas, y la negación de Turquía al reconocimiento del genocidio armenio".
El Parlamento Europeo y a su vez la UE tienen que exigir a Turquía que reconozca el genocidio perpetrado contra el pueblo armenio entre 1915 y 1917, el cual ha sido y sigue siendo negado por todos y cada uno de los gobiernos que ha tenido Turquía.
Del mismo modo -prosiguió Willy Meyer- la eurocámara debe demandar a Turquía que cumpla el derecho internacional y las múltiples resoluciones de Naciones Unidas que piden la retirada de las tropas de ocupación de la parte norte de Chipre, y a su vez, Turquía debe reconocer a todos los Estados miembros. "No podemos hablar de la adhesión de Turquía si no cumple con todos los requisitos del protocolo de adhesión firmado en Copenhague, además del reconocimiento de la República de Chipre por parte de Turquía".
El informe, del cual es ponente una eurodiputada demócrata-cristina de los Países Bajos, fue bastante criticado, incluso en el seno de su grupo político ya que no se abordaban suficientemente ciertos temas fundamentales como son la situación del pueblo kurdo, el problema chipriota o el bloqueo económico de Turquía sobre Armenia.
El eurodiputado y Coordinador Ejecutivo de Política Internacional de Izquierda Unida Willy Meyer, ha señalado que "tras un arduo proceso de presentación de 236 enmiendas y de las negociaciones entre todos los grupos políticos de la eurocámara para alcanzar un compromiso sobre la mayoría de ellas, siguen habiendo insuficiencias en el informe". A su parecer, "a pesar del esfuerzo para hacer que Turquía sea un país homologable a los países de la UE en cuanto a Estado de Derecho, democracia y respeto a los derechos Humanos existen dos realidades que no se pueden ocultar: la ocupación ilegal del norte de Chipre por parte de las tropas turcas, y la negación de Turquía al reconocimiento del genocidio armenio".
El Parlamento Europeo y a su vez la UE tienen que exigir a Turquía que reconozca el genocidio perpetrado contra el pueblo armenio entre 1915 y 1917, el cual ha sido y sigue siendo negado por todos y cada uno de los gobiernos que ha tenido Turquía.
Del mismo modo -prosiguió Willy Meyer- la eurocámara debe demandar a Turquía que cumpla el derecho internacional y las múltiples resoluciones de Naciones Unidas que piden la retirada de las tropas de ocupación de la parte norte de Chipre, y a su vez, Turquía debe reconocer a todos los Estados miembros. "No podemos hablar de la adhesión de Turquía si no cumple con todos los requisitos del protocolo de adhesión firmado en Copenhague, además del reconocimiento de la República de Chipre por parte de Turquía".