martes, 5 de mayo de 2009

WILLY MEYER (IU) DEFIENDE EN PALENCIA LA PLANIFICACIÓN DE LAS AYUDAS EUROPEAS AL SECTOR DEL AUTOMÓVIL

El eurodiputado de Izquierda Unida y cabeza de lista a las próximas elecciones europeas se ha trasladado hoy a Palencia para mantener una serie de encuentros con los trabajadores del comité de empresa de Renault y los agricultores de la COAG.

Los trabajadores de Renault han explicado al eurodiputado la situación que atraviesa la fábrica que la empresa tiene en Palencia donde de una plantilla de 3000 trabajadores 400 se han visto afectados por un ERE. Meyer ha recogido las preocupaciones de los mismos en referencia a los comités de empresa europeos, y les ha explicado que “a través de su Grupo parlamentario europeo GUE-NGL siempre ha defendido que para las empresas que se encuentren en más de un Estado miembro los comités de empresa tienen que ser vinculantes y ejecutivos, y no tan solo un simple órgano consultivo.”
Sobre la situación del sector del automóvil Meyer ha calificado de “inmoral que estas grandes multinacionales hayan hecho durante los últimos años beneficios multimillonarios, en muchos casos habiendo recibido subvenciones públicas, y ahora despidan a los trabajadores.” A este respecto Willy Meyer se ha referido al “chantaje al que ha sometido la SEAT de Martorell a sus trabajadores, pidiéndoles que aprobaran la congelación salarial a cambio de garantizar la producción en la planta. Parece que nadie se acuerda de que el grupo SEAT-Volkswagen en el año 2008 -ya en plena crisis- registró 4.600 millones de euros de beneficios”.

En rueda de prensa Meyer ha señalado que “la situación de recesión actual –la peor desde la postguerra- tiene unas causas y unos responsables y estos son los dos grandes partidos, que apoyaron de manera entusiasta la Estrategia de Lisboa la cual contemplaba medidas como la contención salarial, la congelación de las pensión, el aumento de la edad de jubilación o la ampliación de la jornada laboral”.

Meyer ha querido animar a los más de 4 millones de parados a ir a votar el próximo 4 de junio y “votar castigando a los responsables de la crisis.”

“Yo emplazo públicamente a los candidatos de los dos partidos, PP y PSOE a encontrarnos en un debate público y analizar las causa de la situación de crisis actual y señalar las responsabilidades, porque hasta ahora nadie las ha asumido. Espero que cuando el Sr. Zapatero en 2010 asuma la Presidencia de turno de la UE las primeras palabras que pronuncie sean “Señores, nos hemos equivocado”. Porque parece que la cifra de los más de 4 millones de parados y las previsiones para 2010 de la Comisión Europea de llegar hasta más de 5 millones, un 20%, no van con él”. “El gobierno actual y el anterior son los responsables de haber decidido no intervenir públicamente, de privatizar los sectores estratégicos, correos, agua, eléctricas, sector energético”. “Desde Izquierda Unida planteamos que el modelo actual ha demostrado haber fracasado, y que la solución pasa por la intervención pública de la economía y el rescate de estos sectores estratégicos, empezando por el sector bancario y acabando por una parte del sector automovilístico”. “Necesitamos un verdadero banco público que ayude a los autónomos y las pequeñas y medianas empresas en vez de inyectar dinero a la banca privada que ha obtenido beneficio lucrándose a costa de los ciudadanos.”

Respecto al sector del automóvil el eurodiputado ha defendido que las ayudas que se destinan a este sector “sean globales y aborden el problema a nivel europeo de manera que los trabajadores de un país no compitan con los de otro, como ha ocurrido con la Renault, donde las subvenciones del gobierno francés ha ido en detrimento de los trabajadores del resto de plantas europeas.”

Para finalizar la jornada Meyer ha analizado, junto con varios miembros del sindicato agrario COAG la última reforma de la política agraria común, donde han coincidido en las consecuencias nefastas que para los productores agrícolas y ganaderos tiene el desacoplamiento de las ayudas de la producción. Al otorgar ayudas por extensión cultivada y no la cantidad producida se favorece a las multinacionales y grandes empresas distribuidoras y se acaba con las pequeñas explotaciones.