La Comisión Europea debate hoy el plan de choque para hacer frente a la crisis económica en Europa. Para el eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer "las medidas que va a presentar Barroso, el Presidente de la Comisión Europea, no son más que parches a una política que ha llevado la economía europea a uno de sus peores momentos". "Esta crisis no es más que la demostración del fracaso de la Estrategia de Lisboa y de la concepción de una Europa basada en un modelo económico que prioriza los intereses de las multinacionales y el sector financiero por encima de los derechos de los ciudadanos".
Por este motivo, para Meyer es necesario "el replanteamiento de una nueva construcción europea cuya economía se base en la intervención pública". "Lo que no es justificable es el desembolso de dinero público para tapar los agujeros de las instituciones financieras que se han estado lucrando a costa del ciudadano de una manera inmoral. Si no existe dinero para invertir en servicios públicos como la sanidad o la educación, ¿cómo puede haberlo para dárselo a los bancos?".
"Los planes que presentan los líderes de la UE pretenden reconstruir y refundar el capitalismo, lo cual es un grave error. Lo que se necesita refundar es la idea de una Unión Europea donde el pleno empleo de calidad, la lucha contra la precariedad, la temporalidad, la siniestralidad y las deslocalizaciones y la instauración del estado social deben ser objetivos que guíen su política económica, reforzando las garantías sociales, coordinando las políticas económicas y armonizando las fiscales"- explicó Meyer. "En este sentido -continuó- es necesario el control público del Banco Central Europeo ya que es inaceptable que una institución tan poderosa no pueda ser influenciada por los representantes de la ciudadanía. El BCE debería tener la responsabilidad de apoyar el desarrollo, la inversión y el empleo y no la estabilidad para, de este modo, potenciar el objetivo del pleno empleo."
"Esta nueva economía debería rescatar los sectores estratégicos europeos tales como la energía eléctrica y la derivada del petróleo, la industria naval y un sector de la industria automovilística, los transportes, el agua y los servicios postales" -afirmó Meyer.
"Nuestra propuesta significaría para España que, frente a la polémica abierta entre el PP y el PSOE sobre la compra o no de una parte de Repsol por parte de la petrolera rusa Lukoil, nosotros abogamos por su nacionalización, así como para una parte fundamental del sector eléctrico. Parte de los beneficios de estas empresas estatales se destinarían a la inversión en I+D para poder abordar de una manera seria el debate de la sociedad postpetróleo, planteando una mayor eficiencia en el consumo y apostando claramente por las energías renovables."
Según el eurodiputado "este proceso debería ir acompañado desde Europa de la redefinición del proyecto para eliminar los ataques al modelo social europeo de los cuales son ejemplo la Directiva de servicios públicos, la de trabajadores desplazados, la de las 65 horas o la Directiva de retorno de inmigrantes. La Europa que están intentado refundar hoy es una Europa que impulsa la flexiseguridad, y desregulariza los derechos laborales conseguidos gracias a la lucha del movimiento obrero. Es en base a estos principios neoliberales, -que hacen prevalecer el interés del libre mercado por encima del interés del trabajador- que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas dictó sentencia en los casos Viking, Vaxholm y Rüffert, legitimando el dumping social, basándose en la Directiva de desplazamiento de trabajadores, y los artículos 49 y 43 del Tratado de la UE."
"La Europa que hoy los 27 intentan apuntalar es la Europa de la involución de los derechos. Es la Europa que aprobó la Directiva de retorno de las personas inmigrantes."
"Es necesario pues reconocer que el modelo neoliberal en el cual se basa actualmente Europa ha fracasado. Es el momento de abrir un debate público en Europa, y para ello las elecciones europeas son el mejor marco para que los ciudadanos y ciudadanas puedan reconstruir la UE sobre la base de la intervención del mercado y desde la participación pública de la economía."
Por este motivo, para Meyer es necesario "el replanteamiento de una nueva construcción europea cuya economía se base en la intervención pública". "Lo que no es justificable es el desembolso de dinero público para tapar los agujeros de las instituciones financieras que se han estado lucrando a costa del ciudadano de una manera inmoral. Si no existe dinero para invertir en servicios públicos como la sanidad o la educación, ¿cómo puede haberlo para dárselo a los bancos?".
"Los planes que presentan los líderes de la UE pretenden reconstruir y refundar el capitalismo, lo cual es un grave error. Lo que se necesita refundar es la idea de una Unión Europea donde el pleno empleo de calidad, la lucha contra la precariedad, la temporalidad, la siniestralidad y las deslocalizaciones y la instauración del estado social deben ser objetivos que guíen su política económica, reforzando las garantías sociales, coordinando las políticas económicas y armonizando las fiscales"- explicó Meyer. "En este sentido -continuó- es necesario el control público del Banco Central Europeo ya que es inaceptable que una institución tan poderosa no pueda ser influenciada por los representantes de la ciudadanía. El BCE debería tener la responsabilidad de apoyar el desarrollo, la inversión y el empleo y no la estabilidad para, de este modo, potenciar el objetivo del pleno empleo."
"Esta nueva economía debería rescatar los sectores estratégicos europeos tales como la energía eléctrica y la derivada del petróleo, la industria naval y un sector de la industria automovilística, los transportes, el agua y los servicios postales" -afirmó Meyer.
"Nuestra propuesta significaría para España que, frente a la polémica abierta entre el PP y el PSOE sobre la compra o no de una parte de Repsol por parte de la petrolera rusa Lukoil, nosotros abogamos por su nacionalización, así como para una parte fundamental del sector eléctrico. Parte de los beneficios de estas empresas estatales se destinarían a la inversión en I+D para poder abordar de una manera seria el debate de la sociedad postpetróleo, planteando una mayor eficiencia en el consumo y apostando claramente por las energías renovables."
Según el eurodiputado "este proceso debería ir acompañado desde Europa de la redefinición del proyecto para eliminar los ataques al modelo social europeo de los cuales son ejemplo la Directiva de servicios públicos, la de trabajadores desplazados, la de las 65 horas o la Directiva de retorno de inmigrantes. La Europa que están intentado refundar hoy es una Europa que impulsa la flexiseguridad, y desregulariza los derechos laborales conseguidos gracias a la lucha del movimiento obrero. Es en base a estos principios neoliberales, -que hacen prevalecer el interés del libre mercado por encima del interés del trabajador- que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas dictó sentencia en los casos Viking, Vaxholm y Rüffert, legitimando el dumping social, basándose en la Directiva de desplazamiento de trabajadores, y los artículos 49 y 43 del Tratado de la UE."
"La Europa que hoy los 27 intentan apuntalar es la Europa de la involución de los derechos. Es la Europa que aprobó la Directiva de retorno de las personas inmigrantes."
"Es necesario pues reconocer que el modelo neoliberal en el cual se basa actualmente Europa ha fracasado. Es el momento de abrir un debate público en Europa, y para ello las elecciones europeas son el mejor marco para que los ciudadanos y ciudadanas puedan reconstruir la UE sobre la base de la intervención del mercado y desde la participación pública de la economía."