Este martes 7 de Octubre, Marcos Ana ha presentado su libro de memorias, "Decidme cómo es un árbol", en un emotivo encuentro, organizado por el Grupo Parlamentario de la Izquierda Unitaria Europea, en el Parlamento Europeo.
El compañero Marcos Ana estuvo acompañado por Felipe Alcaraz, presidente del Partido Comunista de España, y los eurodiputados: Pedro Guerreiro, del Partido Comunista Portugués y Antonio Masip del Grupo Socialista y Willy Meyer. La presentación fue seguida por un numeroso público, compañeros y amigos de Marcos Ana, llegados desde diversos puntos de España y Bélgica. Al acto también asistieron los eurodiputados socialistas Vicente Garcés y Enrique Barón, ex-presidente del Parlamento europeo.
La vida de Marcos Ana ha estado marcada por una pasión constante en defensa de los oprimidos y desheredados. Militante de la Juventud Socialista Unificada, se incorporó al Ejército Popular con apenas 17 años para luchar contra el golpe de Estado de 1936. Tras el triunfo fascista, cumplió una condena que se alargó hasta 23 años en las prisiones franquistas, donde comenzó a escribir los poemas que traspasaron las cárceles y llevaron su nombre a través del mundo. Marcos Ana nunca abandonó su compromiso con el Partido Comunista de España. Liberado en 1961, el aparato clandestino del PCE lo llevó a Francia. Desde París organizó y dirigió el Centro de Información y Solidaridad con España, presidido por Picasso. Ana recorrió, y aún hoy a sus 88 años recorre, Europa y gran parte de América, promoviendo y organizando la solidaridad con los presos políticos y sus familias, y manteniendo viva la memoria de quienes lucharon, y dieron su vida, por los ideales de la democracia, la igualdad y la solidaridad en España.
La vida de Marcos Ana ha estado marcada por una pasión constante en defensa de los oprimidos y desheredados. Militante de la Juventud Socialista Unificada, se incorporó al Ejército Popular con apenas 17 años para luchar contra el golpe de Estado de 1936. Tras el triunfo fascista, cumplió una condena que se alargó hasta 23 años en las prisiones franquistas, donde comenzó a escribir los poemas que traspasaron las cárceles y llevaron su nombre a través del mundo. Marcos Ana nunca abandonó su compromiso con el Partido Comunista de España. Liberado en 1961, el aparato clandestino del PCE lo llevó a Francia. Desde París organizó y dirigió el Centro de Información y Solidaridad con España, presidido por Picasso. Ana recorrió, y aún hoy a sus 88 años recorre, Europa y gran parte de América, promoviendo y organizando la solidaridad con los presos políticos y sus familias, y manteniendo viva la memoria de quienes lucharon, y dieron su vida, por los ideales de la democracia, la igualdad y la solidaridad en España.
Meyer afirmó que es un privilegio para el Parlamento Europeo contar con la presencia de Marcos Ana, en un momento en que una Europa olvidadiza pretende hacernos creer que la II Guerra Mundial se ganó en Normandía y no en Stalingrado, y acallar el papel de la resistencia antifascista; "la presentación de las memorias de Marcos Ana en la sede europea es un símbolo que debe contribuir al reconocimiento de esta resistencia en la construcción del proyecto europeo".
Marcos Ana aseguró que la Ley de la Memoria Histórica es un paso en la dirección adecuada, pero insuficiente. Ana pidió la anulación jurídica de todos los juicios sumarísimos del franquismo. La petición de Ana fue respaldada por Meyer y Felipe Alcaraz, quienes exigieron la anulación de los juicios franquistas como un "gesto político necesario".
Felipe Alcaraz expuso ante el público que "no se puede hacer política desde la barrera, sino que para hacer política ante todo hay que ser gente y hacer política con la gente. Y Marcos Ana es ante todo gente" El testimonio de Marcos Ana es un símbolo de esperanza, como recoge el poeta turco Nazim Hikmet:
Marcos Ana aseguró que la Ley de la Memoria Histórica es un paso en la dirección adecuada, pero insuficiente. Ana pidió la anulación jurídica de todos los juicios sumarísimos del franquismo. La petición de Ana fue respaldada por Meyer y Felipe Alcaraz, quienes exigieron la anulación de los juicios franquistas como un "gesto político necesario".
Felipe Alcaraz expuso ante el público que "no se puede hacer política desde la barrera, sino que para hacer política ante todo hay que ser gente y hacer política con la gente. Y Marcos Ana es ante todo gente" El testimonio de Marcos Ana es un símbolo de esperanza, como recoge el poeta turco Nazim Hikmet:
"Has de saber morir por los hombres,y además por hombres que quizás nunca viste,y además sin que nadie te obligue a hacerlo,y además sabiendo que la cosa más real y bella es vivir."
El eurodiputado Pedro Guerreiro insistió en la necesidad de acabar con la ofensiva anticomunista, que se produce a nivel europeo, equiparando el nazismo al comunismo. Guerreiro puso como ejemplo, de dignidad y constancia en la lucha por los derechos humanos, la vida de Marcos Ana.
Por su parte, Antonio Masip realizó una emotiva intervención, donde desde el reconocimiento de los presos comunistas en España, hizo una semblanza de la ciudad de Oviedo. El ex-alcalde de Oviedo recordó emocionado, cómo hizo cambiar la placa que recogía los nombres de los "caídos por Dios y por España", por las cenizas del viejo "carballón" (roble), que da nombre a los ovetenses y su ciudad.
Para finalizar, Marcos Ana recordó las palabras de Saramago:
"Marcos Ana, al escribir sus memorias rechaza todas y cada una de las tentaciones de mirarse, complaciente, en el espejo, porque lo rompe para que, en sus múltiples fragmentos, se refleje el rostro de sus compañeros de infortunio".