La Comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, Benita Ferrero Waldner, anunció anoche la decisión de los Ministros de Exteriores de levantar las sanciones impuestas a Cuba en el 2003, que suponían en la práctica la congelación de las relaciones diplomáticas de alto nivel.El eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer ha valorado positivamente esta decisión, que -aunque costosa por las reticencias de la República Checa, entre otros países- implicará "el inicio de un diálogo incondicional con Cuba en el ámbito político y de los derechos humanos". Sin embargo, a su vez ha lamentado "que la UE no haya tenido el valor de eliminar por completo la Posición Común adoptada en 1996 a causa de la insistencia del entonces Presidente del Gobierno español, J. M. Aznar". Willy Meyer ha declarado que espera "que el diálogo conduzca a la adopción de un acuerdo entre la UE y Cuba que ponga fin al régimen de excepción en el que se encuentra Cuba para la Unión y sea el inicio de unas relaciones diplomáticas normalizadas, como tiene la UE con el resto de terceros países."
Para Meyer este gesto por parte de los Ministros "significa un reconocimiento por parte de la UE de que había sido un error imponerlas, puesto que no habían tenido ningún resultado positivo" y a su vez, se ha alegrado de que "la Unión Europea no se haya plegado ante las presiones de Estados Unidos, ejercidas hasta el último momento, para que no se eliminaran las sanciones." "Esta decisión de los Ministros de la UE -que deberá ser votada el lunes en la reunión de Ministros de Agricultura- ejemplifica la derrota y el aislamiento de la política de la administración Bush hacia Cuba."
