
El texto -que se someterá a votación mañana en primera lectura- amplía el plazo de la detención hasta 18 meses, permite la deportación de menores incluso no acompañados, y prohíbe la entrada de los inmigrantes a todo el territorio de la UE durante 5 años.
El eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer ha calificado esta Directiva como una "verdadera vergüenza para Europa". Para Meyer, "con esta Directiva se pretende deportar a 8 millones de personas bajo la figura de la detención administrativa". En su intervención, Meyer recordó que "para los que hemos sufrido detenciones bajo esta figura, su recuperación nos parece indignante", y denunció que "con esta Directiva se pone fin a la Europa garantista."
Willy Meyer -visiblemente indignado- recordó, que "los Estados miembros, que han reducido su ayuda a la cooperación este año respecto a la del año anterior, impidiendo a los países del Tercer Mundo cumplir con los Objetivos del Milenio, son los que ahora quieren aprobar esta Directiva de la vergüenza. Esta será la aportación de la UE -añadió- a la lucha contra la hambruna en el siglo XXI."
El eurodiputado finalizó su intervención haciendo un llamamiento a la movilización ciudadana en toda Europa "para frenar esta Directiva, que pretende ser la pieza fundamental de la política represiva comunitaria en materia de inmigración y que anula los derechos fundamentales de las personas inmigrantes."