En más de una ocasión hemos denunciado ante la Comisión Europea y ante el pleno del Parlamento Europeo, el pasado 3 de septiembre, la elevada peligrosidad que representa el tráfico marítimo y las actividades de "bunkering" en la bahía de Algeciras, tanto para la seguridad y la salud de la población como para el medio ambiente de la zona (pregunta escrita E-0795/07).
El pasado 12 de agosto de 2007, el carguero New Flame y el petrolero Torm Gertrud colisionaron frontalmente en las inmediaciones del Peñón de Gibraltar, provocando el hundimiento del primero (pregunta escrita E-4247/07).
En pregunta escrita E-0193/08 del pasado 25 de enero ya alertamos de las graves consecuencias que podrían ocasionar las labores de rescate propuestas por el Gobierno Gibraltareño. Y así ha sido. La madrugada del domingo 10 de febrero, a causa de un fuerte temporal, el buque se hundió, provocando un vertido de hidrocarburos en playas de La Concha, Getares y el Rinconcillo, en la bahía de Algeciras de, hasta el momento, 24 toneladas.
Por si esto fuera poco, todavía a día de hoy se desconocen las características de las 42.000 toneladas de chatarra que transportaba el buque, información que las autoridades gibraltareñas no han revelado, y que podrían aumentar la concentración de metales pesados en la zona, lo que afectaría la calidad del agua. Además, hay que tener en cuenta que el hundimiento se ha producido en una zona cercana a las pesquerías, las cuales podrían verse afectadas por la contaminación llevada por las corrientes marinas
Esta situación es ejemplo de la ineficacia y del descontrol que existe en las aguas del estrecho de Gibraltar, aguas europeas de elevado tráfico marítimo. Lamentamos la pasividad de la Comisión Europea ante este desastre medioambiental del cual había sido alertada.
Por este motivo creemos de suma importancia que la Comisión tome conciencia de la peligrosidad de este tipo de accidentes y por tanto, de la necesidad de controlar el efectivo cumplimiento de la Directiva 2002/59/CE, relativa al establecimiento de un sistema comunitario de seguimiento y de información sobre el tráfico marítimo. Por eso reiteramos la necesidad de establecer un organismo de control y vigilancia del tráfico marítimo de la zona a fin de evitar en un futuro que se sucedan este tipo de accidentes.
El pasado 12 de agosto de 2007, el carguero New Flame y el petrolero Torm Gertrud colisionaron frontalmente en las inmediaciones del Peñón de Gibraltar, provocando el hundimiento del primero (pregunta escrita E-4247/07).
En pregunta escrita E-0193/08 del pasado 25 de enero ya alertamos de las graves consecuencias que podrían ocasionar las labores de rescate propuestas por el Gobierno Gibraltareño. Y así ha sido. La madrugada del domingo 10 de febrero, a causa de un fuerte temporal, el buque se hundió, provocando un vertido de hidrocarburos en playas de La Concha, Getares y el Rinconcillo, en la bahía de Algeciras de, hasta el momento, 24 toneladas.
Por si esto fuera poco, todavía a día de hoy se desconocen las características de las 42.000 toneladas de chatarra que transportaba el buque, información que las autoridades gibraltareñas no han revelado, y que podrían aumentar la concentración de metales pesados en la zona, lo que afectaría la calidad del agua. Además, hay que tener en cuenta que el hundimiento se ha producido en una zona cercana a las pesquerías, las cuales podrían verse afectadas por la contaminación llevada por las corrientes marinas
Esta situación es ejemplo de la ineficacia y del descontrol que existe en las aguas del estrecho de Gibraltar, aguas europeas de elevado tráfico marítimo. Lamentamos la pasividad de la Comisión Europea ante este desastre medioambiental del cual había sido alertada.
Por este motivo creemos de suma importancia que la Comisión tome conciencia de la peligrosidad de este tipo de accidentes y por tanto, de la necesidad de controlar el efectivo cumplimiento de la Directiva 2002/59/CE, relativa al establecimiento de un sistema comunitario de seguimiento y de información sobre el tráfico marítimo. Por eso reiteramos la necesidad de establecer un organismo de control y vigilancia del tráfico marítimo de la zona a fin de evitar en un futuro que se sucedan este tipo de accidentes.
La población ribereña de la Bahía de Algeciras merece un esclarecimiento de los hechos y por este motivo emplazamos a la Comisión a que nos facilite toda la información pormenorizada de lo acontecido, así como de las medidas que piensa llevar a cabo para solucionar este desastre medioambiental así como para evitar otros en el futuro.